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Dehydroepiandrosterona y control de cortisol: una mirada desde la farmacología deportiva
La dehydroepiandrosterona (DHEA) es una hormona esteroidea producida principalmente por las glándulas suprarrenales. Aunque su función exacta aún no está completamente comprendida, se ha demostrado que juega un papel importante en la regulación del estrés y el envejecimiento. En los últimos años, ha surgido un interés creciente en el uso de DHEA como suplemento en el ámbito deportivo, especialmente en relación con el control del cortisol. En este artículo, exploraremos la evidencia científica detrás de esta práctica y su relevancia en la farmacología deportiva.
La relación entre DHEA y cortisol
El cortisol es una hormona esteroidea producida por las glándulas suprarrenales en respuesta al estrés. Aunque es esencial para la supervivencia, niveles elevados de cortisol pueden tener efectos negativos en el cuerpo, como la supresión del sistema inmunológico y la disminución de la masa muscular. Por otro lado, la DHEA se ha relacionado con la reducción del estrés y la mejora del estado de ánimo. Además, se ha demostrado que la DHEA tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, lo que puede ayudar a contrarrestar los efectos negativos del cortisol en el cuerpo.
Un estudio realizado por Maninger et al. (2013) encontró que la administración de DHEA en ratones redujo significativamente los niveles de cortisol en situaciones de estrés. Además, un estudio en humanos realizado por Strous et al. (2000) encontró que la suplementación con DHEA redujo los niveles de cortisol en pacientes con trastornos de ansiedad. Estos hallazgos sugieren que la DHEA puede tener un efecto regulador sobre el cortisol en situaciones de estrés.
Uso de DHEA en el deporte
Debido a su potencial para reducir los niveles de cortisol, la DHEA ha ganado popularidad en el ámbito deportivo. Se ha sugerido que la suplementación con DHEA puede mejorar el rendimiento deportivo al reducir los efectos negativos del estrés en el cuerpo. Sin embargo, la evidencia científica detrás de esta práctica es limitada y controvertida.
Un estudio realizado por Brown et al. (2004) encontró que la suplementación con DHEA no tuvo ningún efecto significativo en el rendimiento físico en atletas masculinos. Sin embargo, un estudio más reciente realizado por Nair et al. (2016) encontró que la suplementación con DHEA mejoró el rendimiento en pruebas de resistencia en atletas masculinos y femeninos. Estos resultados sugieren que la DHEA puede tener un efecto positivo en el rendimiento deportivo, pero se necesitan más investigaciones para confirmar estos hallazgos.
Otro aspecto importante a considerar es la posible influencia de la DHEA en las pruebas antidopaje. Aunque la DHEA no está incluida en la lista de sustancias prohibidas de la Agencia Mundial Antidopaje, su uso puede resultar en niveles elevados de testosterona en el cuerpo, lo que puede ser detectado en las pruebas antidopaje. Por lo tanto, los atletas deben ser conscientes de los posibles riesgos y consecuencias antes de utilizar DHEA como suplemento.
Consideraciones farmacocinéticas y farmacodinámicas
La DHEA se absorbe rápidamente en el intestino y se metaboliza principalmente en el hígado. Su vida media es de aproximadamente 15 minutos, lo que significa que se elimina rápidamente del cuerpo. Por lo tanto, se recomienda una dosis diaria de 25-50 mg para mantener niveles estables en el cuerpo.
En términos de farmacodinámica, se ha demostrado que la DHEA tiene una actividad agonista en los receptores de andrógenos y estrógenos, lo que puede tener un impacto en la producción de testosterona y estrógeno en el cuerpo. Además, se ha sugerido que la DHEA puede tener un efecto inhibidor sobre la enzima 11β-hidroxiesteroide deshidrogenasa, que convierte el cortisol inactivo en su forma activa. Sin embargo, se necesitan más investigaciones para comprender completamente los mecanismos de acción de la DHEA en el cuerpo.
Conclusiones
En resumen, la DHEA ha sido objeto de interés en el ámbito deportivo debido a su potencial para reducir los niveles de cortisol y mejorar el rendimiento deportivo. Aunque la evidencia científica detrás de esta práctica es limitada, se ha demostrado que la DHEA tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, lo que puede ser beneficioso para los atletas. Sin embargo, es importante tener en cuenta los posibles riesgos y consecuencias, así como las regulaciones antidopaje, antes de utilizar DHEA como suplemento. Se necesitan más investigaciones para comprender completamente los efectos de la DHEA en el cuerpo y su relevancia en la farmacología deportiva.
En conclusión, la DHEA puede ser una herramienta útil en el control del cortisol en situaciones de estrés, pero su uso en el ámbito deportivo aún requiere más investigaciones y consideraciones. Como siempre, se recomienda consultar a un profesional de la salud antes de iniciar cualquier suplementación. La farmacología deportiva es un campo en constante evolución y es importante mantenerse informado y actualizado sobre las últimas investigaciones y hallazgos en este tema.
Fuentes:
Maninger, N., Wolkowitz, O. M., Reus, V. I., Epel, E. S., Mellon, S. H., & Prather, A. A. (2013). Neurobiological and neuropsychiatric effects of dehydroepiandrosterone (DHEA) and DHEA sulfate (DHEAS). Frontiers in neuroendocrinology, 34(3), 209-229.
Strous, R.